EL Maravilloso Mundo de los Libros!

  

El leer junto a sus hijos es una  de las cosas más importantes que usted puede  hacer con ellos. Leer le a su hijo incrementa el vocabulario, el razonamiento, la imaginación y amplía la visión del mundo en general. Usted puede algunas veces seleccionar lo que va a leerle a su hijo y otras veces puede darle la oportunidad  a que ellos seleccionen. También motívelos a ser  lectores activos, haciendo siempre preguntas de lo leído y que ellos también pregunte a cerca de  lo que leyeron.  Dirigir al niño a ser un buen lector es un legado que perdurará en la vida de cada uno de sus seres queridos.Agregar leyenda

 

   

     Berrinches o Rabietas

 

 

 Las rabietas son el rasgo más emblemático de los niños durante la primera infancia. Aparecen cuando el niño tiene alrededor de un año pero, generalmente cuando ronda los 4 años, ya ha aprendido que hay mejores formas de salirse con la suya.  Vemos a muchos niños que siguen sin superar la etapa de las rabietas y se comportan como bebes cuando no se salen con la suya o cuando no consiguen lo que están demandando.
No importan las razones que desencadenan  las rabieta, ni la compasión que despierta en los padres, se trata de un comportamiento inaceptable. El niño debe aprender que es una conducta inadecuada, que no conduce a ninguna parte y que no le ayuda en su frustración, ni le libera de una obligación ni modifica la manera de pensar de sus padres con respecto a algo.
 

Qué hacer:

1.Ignorar las rabietas, es la fórmula más rápida para liberarse de este comportamiento, ya que el objetivo fundamental de la mayoría de las rabietas es llamar la atención.
2.No se puede razonar con el niño en un arranque emocional, por eso no lo intentes, ya lo harás cuando sea el momento.
3.Tu hija o hijo con 4 años es capaz de iniciar y terminar una rabieta. Si la (lo) ignoras mientras está en un lugar seguro, se le enseñará que los gritos y los lloros, no son eficaces y aprenderá a utilizarlos con menos frecuencia.
4.Cuando el niño o la niña llore y grite, déjala (o) sola (o) comprobando que esté en un lugar seguro, puede ser en la habitación. Cuando cesede llorar, deja que  sea el niño (a) que vuelva a buscarte y no menciones el hecho de la rabieta.